OPINIÓN: APUNTES PARA LA REFORMA UNIVERSITARIA. Por Teresa Da Cunha Lopes

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Resumen: A lo largo de sus 100 años de vida, la UMSNH ha hecho la demostración de que el desarrollo tecnológico-científico del Estado es una imposibilidad sin la UMSNH. Una UMSNH que no solamente tiene que estar en la ecuación, sino que tiene que liderar el proceso, crear las sinergias, convocar a las otras IES. Una UMSNH que tiene que renovarse y para tal llevar a cabo una reforma universitaria.

Palabras-clave: UMSNH, Reforma universitaria, política científica, calidad educativa, revalorización sectores

Morelia, Mich., 12 de mayo 2017.-Mucho se habla de reforma universitaria, pero nadie habla de corregir uno de los verdaderos problemas de la UMSNH que es la subcultura micro machista que se traduce, en el mejor de los casos, en una sub representación de las mujeres en los órganos de gobierno de la UMSNH o mismo, en su total marginación. Así que, se vamos hablar de reforma real y no de simulación, empecemos por introducir medidas de corrección (transitorias) de esta situación concreta. Como, por ejemplo, una elección de rector, no a título individual, pero como una planilla, la cual debería estar integrada en base al principio de equidad de género.

Pero, no es solo la cuestión de gobierno que tiene que ser pensada bajo un nuevo paradigma y con la propuesta de soluciones innovadoras. Necesitamos, también, de nos posicionarnos en una reforma para la transición a la 4a. Globalización y a la Sociedad de la Información y de construir una normativa a partir del paradigma actual y de las prospectivas de futuro, no de perpetuar la nostalgia de las formas decimonónicas.

Si de hecho queremos la construcción de un sistema de enseñanza superior y de investigación eficaz y de alta calidad, no podemos olvidar que este trabaja con los productos de la enseñanza media, por lo cual, y en paralelo se debe luchar por la valorización profesional, tecnológica, humanística, artística, así como por la continua formación a lo largo de la vida de los integrantes activos de la sociedad, con la creación de vías abiertas de formación y de educación que permitan una mayor comunicación y una mayor movilidad entre subsistemas que hasta el momento se encuentran desconectados.

Bajo este enfoque integral, fácil se torna comprender que la reorganización de la UMSNH, necesaria al interior del sistema superior de educación nacional y como motor de desarrollo del estado, no solamente afectará a los académicos, sino que también tendrá importantes consecuencias en el desarrollo del estado, en los procesos de internacionalización y en la construcción de las respuestas que las innovaciones científicas y tecnológicas pueden dar a las necesidades de la sociedad actual.

Lo anterior solo puede ser abordado de forma eficiente y productiva, a partir de una reflexión sobre la “Misión”. La definición de la misión es un presupuesto fundamental para la realización de un proceso legislativo interno adecuado y coherente. En el actual momento conjetural, las instituciones de educación superior, y la UMSNH no puede ser una excepción, tienen como misión generar, difundir y aplicar conocimiento. Para tal deben asumir la libertad de pensamiento y la pluralidad de los ejercicios críticos, promover la educación superior y contribuir a la construcción de un modelo de la sociedad basada en los principios humanísticos y de cohesión social. Dicha misión debe contemplar en su paradigma y, de forma expresa, como factores de crecimiento, la creatividad y la innovación, el desarrollo sostenible, el bienestar y solidaridad.

O sea, una verdadera reforma universitaria debe materializar en la normativa y en la praxis, no solo las funciones subjetivas relativas a una formación de recursos humanos del más alto nivel, sino que la misma debe ser encuadrada en sus dimensiones éticas, culturales, científicas, artísticas, técnicas y profesionales, a través de una oferta educativa diversificada, de la creación de ambientes educativos adecuados, innovadores e inclusivos. Para lograr este fin, es necesario incluir ejes concretos de valorización de la actividad de sus docentes y de sus investigadores, así como del personal no docente, valorización social, intelectual y profesional.

Además, no debemos soslayar que nos encontramos en un momento histórico de grandes transformaciones civilizacionales y de transición entre sistemas económicos, nuevas estructuras organizacionales, laborales, nuevas formas de participación política y social, consecuencia de los impactos de la democratización y difusión de las nuevas tecnologías. Es urgente, en consecuencia, establecer un debate sobre una política científica y tecnológica para la UMSNH que sea conforme con los principios de la ética (Bioética) y que estos sean inscritos en la nueva ley orgánica y aplicables en todos los

laboratorios y dependencias conectas con I&D y el desarrollo de nuevas tecnologías de la vida y de AI.

De acuerdo con lo anterior, debemos inscribir en la reforma universitaria la necesidad de la generación de nuevas políticas científicas y sociales que articulen educación, formación, empleo y en que la eficaz coordinación entre educación, ciencia y cultura sean el garante de que la UMSNH es un eslabón importante en la creación de los favores de cohesión social del estado y que, por consecuencia , su Ley orgánica , tiene que ser basada en la igualdad de oportunidades, en el combate a todas las formas de exclusión, en la diferenciación positiva, en la solidaridad cívica y en la creación de una autentica cultura de evaluación, de equidad y de responsabilidad, propias de una ciudadanía activa.

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