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El político Jesús Reyna García responsabilizó al ex gobernador Fausto Vallejo Figueroa y al ex Comisionado Alfredo Castillo Cervantes de ser los responsables de su encarcelamiento mediante un complot.
En su primera aparición desde el pasado 22 de diciembre cuando salió libre gracias a que la entonces PGR se desistiera de las acusaciones en su contra, argumentando con un video que estaba coludo con el crimen organizado.
Por momentos a Reyna García se le quebró la voz. Principalmente cuando se refirió a su familia y en especial a su hija Ruth, quien dijo, se esforzó por sacarlo de la cárcel mediante procedimientos jurídicos.
Dijo que tuvo enfrentamientos verbales tanto con Fausto Vallejo como con Alfredo Castillo.
En el primer caso, refirió que le comentó al entonces gobernador Vallejo Figueroa de que ya no siguiera con el conflicto mediático con Luisa María Calderón y que existían versiones muy fuertes que uno de sus hijos estaba en malos pasos, lo que enfureció a Vallejo Figueroa.
Con Castillo Cervantes, relató, se enfrentó a su pretensión de reconcer a civiles armados y registrar su armamento para que lucharan contra Los Caballeros Templarios, pues la situación se saldría de control. Eso fue suficiente para que Alfredo Castillo emprendiera una política en su contra.
#Voy a proceder jurídicamente contra todos aquellos que con su actuar ayudaran a que estuviera yo injustamente en la cárcel; voy a demandar a ministerios públicos, funcionarios y magistrados del Poder Judicial de la Federación, pues con tal de tenerme en la cárcel, violaron la ley.
Indicó que desde el mes de octubre su familia se reunió con el entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien les ofreció ayudar una vez que asumirá la presidencia de la República el primero de diciembre. Reyna García salió libre el día 22 de ese mes.
Sobre su encuentro con la Tuta, Reyna García informó que se dio el 11 de abril del 2011 cuando no era funcionario y que fue en la puerta del restaurant del Portón de avnida la Huerta cuando un grupo de sicarios le avisaron que el jefe de los Caballeros Templarios lo quería ver y que si no iba sería levantado junto con su familia.
Argumento que la reunión duró 15 minutos, cuando la Tuta se molestó porque no obtuvo algunas candidaturas del PRI que pretendía. «Quedó demostrado que no hice compromiso alguno y que jamás acepté sus peticiones».