1. Debemos estar convencidos de que esta acción es necesaria. Sí no contamos con la información necesaria es necesario buscarla, principalmente ante la CNTE o nuestra representación sindical. Pero también debe valorarse la información oficial existente y las acciones que viene desarrollando la SEP en todo el país y la respuesta y resistencia de los maestros en lucha y la extensión de la misma. Aquí es muy importante saber con exactitud acerca de los contingentes que ya tienen acordado el estallamiento y diferenciar los pronunciamientos por el Paro de los consensos de base.
2. Nuestra escuela o centro de trabajo debe discutir la incorporación a esta importante acción y resolver bajo consenso amplio si se incorpora. De ser así, debe exigir a la delegación sindical que convoque a asamblea para realizar está misma acción. La dirigencia estatal está obligada a desarrollar una serie de acciones de preparación del Paro y no sólo hacer declaraciones en ese sentido. El Paro se construye no se decreta.
(Creo que para esta fecha ya debería de existir una mayoría muy amplia de actas de asamblea con la firma de cada trabajador, en donde se lea su determinación y se pueda fundamentar el estallamiento. Si no es así, la acción sindical del Paro será un proceso doloroso, de confrontación interno y posiblemente un fracaso. La consulta seria y organizada a las bases es simiente fundamental para la toma de decisiones, sobre todo en un sindicato que asegura que son las bases las que las asumen.
La presentación de las actas de asamblea en un Pleno de Representantes dará certidumbre, no sólo a la dirigencia magisterial sino, sobre todo a las bases que habrán de asumir los costes de la lucha.)
3. Cada centro de trabajo debe contextualizar su situación y determinar las estrategias y acciones a realizar antes, durante y después del Paro. Es necesario asumir las líneas generales que la CNTE ha acordado y sobre ellas delinear las específicas. Aquí presentamos algunas de manera prioritaria: los mecanismos de información a los padres de familia y la forma en que éstos habrán de incorporarse a las acciones de acompañamiento; los mecanismos de información y difusión de los objetivos de la lucha a la comunidad y las organizaciones sociales y sindicales existentes, así como a las organizaciones académicas y personalidades destacadas del ámbito cultural, social y académico; las formas de participación de los miembros del centro de trabajo en las acciones a llevar a cabo en local, municipal, estatal y nacional; y la manera en que se habrá de participar en la definición de las estrategias de lucha y las líneas de acción a realizar.
( En este caso, es imprescindible que las acciones a desarrollar vayan siempre acompañadas de una agresiva estrategia de información y difusión; lo que significa que dando al traste a las formas que últimamente han asumido las manifestaciones callejeras, se deberán organizar jornadas de acción que incluyan, además de la marcha, un permanente volanteo en su trayecto y previamente en cada comunidad donde hay una escuela; después de la marcha, hacer la visita en grupos numerosos a los medios de comunicación para abrirlos a nuestras voces; mantenerse durante la jornada en plantón en las calles y plazas del centro; visitar a boca de fábrica o centro de trabajo a los trabajadores y llevar a cabo volantéos, perifonéos y pequeños mítines relámpago; organizar previamente visitas a las oficinas de los sindicatos de trabajadores y establecer un diálogo fraterno con ellos, informar del porqué de las acciones e invitarlos a colaborar de alguna forma con la lucha; acordar con los compañeros el evitar consumir alimentos o usar las instalaciones de los establecimientos del centro; de ser posible, debería
organizarse de común acuerdo con proveedores locales o cooperativas escolares de la capital la compra venta de alimentos. Esto generaría una simpatía con un sector poco visible en nuestro horizonte de colaboración y, haría que los empresarios quejosos de siempre no reciban los beneficios de nuestras necesidades, sobre todo gastronómicas, entre muchas otras; lo mismo puede hacerse con los trabajadores del transporte y sus usuarios, con el fin de evitar quejas en contra, entre muchas otras).
4. Sí nuestro centro de trabajo se ha sumado al Paro, entonces debemos visitar de manera organizada a aquellos que no lo están e invitarlos a sumarse, informándoles de manera honesta y clara de la importancia de hacerlo, ya sea por solidaridad o por propio interés; sin dejar de lado a institución alguna que sea de carácter público. El Paro debe extenderse a todas las modalidades de educación media superior y superior que sea posible.
5. El Paro debe mostrar a un magisterio en lucha unido, determinado, informado y comprometido con la causa. Los que se muestren dubitativos deberán ser cuestionados a fin de anular a los simuladores. El magisterio no debe obligar a parar a aquellas escuelas que no acaten la determinación de la mayoría de los centros de trabajo y delegaciones; sino que debe de hacer lo necesario para que en el marco del diálogo permanente se establezcan relaciones de comunicación que hagan posible su incorporación de acuerdo con sus condiciones. Debemos evitar la confrontación entre trabajadores, pero no rehuir a la que hemos de dar en contra de los líderes charros del SNTE, los cuales deben ser aplastados políticamente y desaparecidos del escenario sindical.
6. El magisterio en lucha debe abrasar verdaderamente todas las causas del pueblo, como estrategia necesaria para avanzar hacia la unidad. Deben ser causa común la necesidad de resolver los adeudos de parte del gobierno con otros trabajadores y, si fuera adecuado con otros empresarios; asumir como propia y no sólo de palabra la lucha solidaria por la liberación del Dr. Mireles y los autodefensas presos; por detener la vía en construcción del acceso a santa María en Morelia; detener la implementación de fotomultas en la Ciudad; la privatización del alumbrado público y el encarecimiento de los servicios públicos tanto municipales como estatales; en este mismo orden de cosas deben acompañarse las demandas y exigencias de las organizaciones populares, de colonos, campesinas y estudiantiles existentes y levantar desde este momento la necesaria cobertura completa para los estudiantes desde el preescolar a la universidad, sin el pago de derecho a examen y luego a matricularse. ¡qué ningún estudiante se quede sin escuela donde estudiar!
Vayamos al Paro nacional indefinido con la construcción de la unidad más amplia. ¡Basta de pleitos entre hermanos de clase! Desafiemos el autoritarismo del gobierno hoy, de lo contrario, será mucho más difícil después. ¡Viva la CNTE! ¡Abajo la reforma educativa y las políticas autoritarias y empobrecedoras del régimen! ¡Este 15 de mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta!
Felicitaciones por la aportación. Profr. Wilfrifo Lopez hernandez. Supervisor Escolar. Sección 22