OPINIÓN: EL NUEVO MODELO EDUCATIVO. Por el profr. Juan Pérez Medina (Red Movpap). (Parte 1 de 3)

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Al revisar de entrada la estructuración de la propuesta del nuevo modelo educativo de Peña y Nuño, uno no puede dejar de reconocer que los que les hicieron la tarea son muy buenos. El documento es prácticamente impecable y lleno de muchas buenas intencionalidades.

Pero ¿hasta qué grado estas intencionalidades son sinceras viniendo de dónde vienen? ¿Cómo puede uno confiar en un nuevo modelo educativo con éstas pretensiones cuando quienes son los responsables han sido exhibidos de mal intencionados? ¿Qué valor ético se le puede conferir a una propuesta de modelo educativo cuando el que lo presenta ha sido evidenciado de no leer, no conocer, no ser honesto y ser responsable de tantas y tantas barbaridades que a diario se suceden en el país?

Lo primero que se me viene a la mente es que el documento planteado es imposible de cumplirse mientras sean estos los personajes responsables de hacerlo, pues su voluntad está en franca contradicción con lo que en él se plantea.

La academia que lo elaboró también ha cometido un craso error que ha de convertir al texto en una mera referencia política que será utilizado para justificar sus verdaderas pretensiones sexenales y proempresariales de ir en contra de la disidencia magisterial y, en lo general, en contra de todo el magisterio nacional de educación básica sobre todo.

El pretender lo imposible es bueno. Perseguir una utopía es un rasgo de consecuencia innovadora y transformadora. Pero siempre se debe partir de lo que somos y no de lo que pretendemos, pues sería inadecuado poner los bueyes detrás de la carreta como coloquialmente se dice. Creo que lo más grave del nuevo modelo educativo que se le puede endilgar a quienes lo elaboraron es el no haber tomado en consideración el contexto actual. ¿Puede una propuesta cómo ésta, encontrar cabida en una situación como la nuestra? Yo digo que no.

Aquí veo varios problemas que se notan en lo inmediato irrealizables. El primero es la falta de voluntad de los responsables de la aplicación del modelo, la cual se ha puesto de manifiesto infinidad de veces a lo largo de su desastrosa gestión gubernamental y que se ha destacado por atentar de manera permanente y flagrante en contra de los derechos humanos; que han desarrollado una política económica contraria al interés general beneficiando a los grandes capitales y principalmente a los grandes corporativos extranjeros.

La desregulación nacional en lo que llevan al frente del gobierno ha sido brutal e irresponsable. Los hechos no pueden desmentir lo aquí afirmado. ¿Quién nos garantiza que en materia educativa su ideología neoliberal de apoyo al capital corporativo vaya a ser diferente? Yo creo que nadie. En este sentido estoy convencido que la educación pública seguirá su tendencia actual de fortalecer al mercado antes que a las personas.

Lo segundo, la falta de calidad moral y ética de Peña y su consorte para concitar apoyos a su favor que puedan ayudar a cerrar filas en torno a la aplicación del modelo. Amplios sectores de la población ven con recelo o de plano desechan cualquier iniciativa gubernamental y, sobre todo si ésta proviene de Peña, el presidente con las peores calificaciones en la historia reciente de México. ¿Con qué calidad moral puede Peña encabezar una cruzada de esta magnitud cuando se ha demostrado que mintió en su elaboración de tesis? ¿Cómo confiar en alguien incapaz de aclarar el destino de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en aquel fatídico 26 de septiembre de 2014? ¿Cómo creer en alguien que mintió con respecto a la posesión de su emblemática “Casa Blanca” y que mintió al presentar una “verdad histórica” falsa respecto a los hechos de Iguala para encubrir la verdad?

Lo mismo pasa con los gobernadores de las entidades los cuales se conducen con la mayor opacidad en cuanto al gasto y utilizan un porcentaje muy alto del presupuesto público que se les aprueba para mejorar su imagen en pretensiones personales a futuro y para llevar a cabo gastos suntuarios, innecesarios, onerosos y fuera del presupuesto que acaban empobreciendo y endeudando a la población mientras ellos se enriquecen de la noche a la mañana.

En este círculo vicioso de corrupción e impunidad participan muy activamente los diputados y senadores así como los miembros de los congresos locales, quienes aprueban presupuestos de manera irresponsable a cambio de beneficios personales, de grupo o partidarios. En esto participan todos los partidos sin excepción. Por ello vuelvo a la pregunta anterior y la amplío ¿Quién del grupo gobernante y de la clase política puede garantizar confiablemente un modelo educativo de beneficio social sin antes aprovecharse de él y los negocios que su implantación genere? Y no hablo de negocios bien habidos, sino de los que acostumbran a hacer inflando costos y direccionando a los beneficiarios.

Por otra parte, en lo que va del presente sexenio al magisterio nacional, uno de los principalísimos elementos del modelo, se les ha denostado, descalificado, hechos responsables de la situación desastrosa de la educación nacional, golpeado, amenazado, perseguido y encarcelado. ¿Acaso piensa Nuño que es suficiente con declarar que no se tienen argumentos para descalificar al nuevo modelo educativo, cuando son los maestros los que se negaron a opinar en su construcción aún y que fueron invitados? Me pregunto: ¿con qué cara espera que los maestros asistan a una invitación suya cuando es el principal hostigador y promotor de la campaña en su contra?

El Modelo no contará para su aplicación con la participación de cientos de miles de maestros, quienes se encuentran con mucha razón agraviados por Peña y Nuño. Nada que provenga de ellos será bien visto y mucho menos acompañado. La resistencia en este sentido continuará mientras ellos estén al frente del gobierno y los desencuentros seguirá siendo la tónica. El 2018 será en este sentido la confirmación de este pronóstico.

Por ahora, las buenas intenciones rayan en la falta de objetividad y eso es algo que no sólo salta a la vista, sino que se siente en el ambiente. Podría decirse que los que han elaborado esta propuesta de modelo lo han hecho académicamente bien y, por lo tanto, no hay más que felicitarlos. Han entregado un producto de buena calidad pero para lo que se espera de él, poco efectivo. Al tiempo.

 

 

 

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