MICHOACÁN NO TIENE SOBERANÍA NI GOBIERNO: SALVADOR VEGA CASILLAS

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//POR ANDRES RESILLAS//

Político de carrera, ex funcionario del más alto nivel, Salva­dor Vega Casillas no se inmuta con la pregunta a rajatabla, por el contrario la contesta con coraje:

¿Michoacán ya perdió su soberanía, senador?

“No solamente su so­beranía, Michoacán ya perdió también a su go­bierno. Es un barco a la deriva”.

Primero perdió su sobe­ranía con el crimen orga­nizado y ahora la perdió también con la interven­ción del gobierno fede­ral.

Ahora también me atre­vo a decir que cuando el gobierno federal llegó, en Michoacán ya no exis­tía tal soberanía. Era un estado gobernado por la delincuencia, la delincuencia que estaba en la sierra y la de­lincuencia que estaba en el gobierno.

¡Pero esa delincuencia también penetró en el tejido social y se apoderó de sectores económicos estratégicos!

Sí, cierto, además los políticos y los gobernantes coludidos con la delincuencia eran sus empleados. Eran auténticos empleados de los delincuentes.

¿Su partido fue infiltrado por la delincuencia, senador?

Yo creo que todos los partidos sufrieron presiones de la de­lincuencia, sobre todo a nivel municipal, porque además no había quien les garantizara la seguridad. Así como no le garantizaban la seguridad a un empresario, a un maestro o a una ama de casa, tampoco le garantizaban a los funciona­rios públicos, muchos de ellos, lo pagaron con su vida.

Pero de todos ellos hay que distinguir quienes realmente fueron sometidos por el crimen organizado y quiénes se coludieron abiertamente. Porque la responsabilidad de que los delincuentes sometieran a las autoridades, eran de los políticos que estaban en el Gobierno del Estado y que les dieron protección.

Y no solamente les dieron protección, sino que estaban a las órdenes de la delincuencia.

Cuál es su diagnóstico de Michoacán, cuáles son sus puntos rojos?

El asunto de la seguri­dad. Aunque ya no es tanto el de la seguridad en cuanto se refiere al crimen organizado, pero casos como Morelia, la delincuencia común si­gue desatada, sigue cre­ciendo.

¿Pero, lo contradigo, se­nador, el crimen organi­zado no ha desapareci­do. Siguen apareciendo decapitados, torturados y las desapariciones?

Cierto, ahora el crimen está más desorganizado, pero sub­siste.

El problema es que ahora el crimen organizado está más regionalizado, pero empezamos a tener otro tipo de pro­blemas como el abuso policiaco, y se está acentuando. El problema es que esos tres fenómenos delictivos van contra los ciudadanos.

Y también ahora autoridades reprimiendo y extorsionando a los ciudadanos. Es decir, los michoacanos ahora estamos a merced de tres fuegos: crimen organizado, delincuencia común y autoridades.

El segundo punto rojo es la economía. Y me refiero a la eco­nomía de las familias michoacanas que no tienen empleo, que no tienen sustento, que carecen de apoyos, lo que re­fleja que tenemos una economía que está resquebrajada por todos lados.

Ya mucha gente se ha ido del estado; todo aquel que puede se ha ido de Michoacán, como empresarios y profesionistas. Pero también hablamos de gente común, trabajadores del campo que no tienen empleo y que prefieren irse a otro lado.

¿Estaríamos hablando de una economía casi parali­zada?

No, yo diría que una economía casi destrozada.

Porque paralizada significaría que la puedes reactivar, pero yo veo sectores económicos destrozados ya y otros que se quieren levantar y no pueden.

¿Ejemplos?

Mira, el tema del campo. Es una cosa terrible lo que está pa­sando. Toda la zona del bajío michoacano desde los límites con Jalisco hasta Contepec, que son zonas productoras de granos, les es­tán pagando la to­nelada a mil o dos mil pesos, lo que es ridículo, mientras la semilla y otros insumos están ca­rísimos, no les que­da nada a los pro­ductores, no sacan ni para comer.

Entonces estás te­niendo a miles de familias en el cam­po que práctica­mente no tienen para comer, eso te hace que toda una serie de municipios de esa zona, que es la base de la economía, no tienen dinero para alimentos, para nada.

Otros sectores como el industrial, en Michoacán práctica­mente es inexistente. A excepción del polo de desarrollo que existe en el puerto de Lázaro Cárdenas, no hay más. Y eso lo hizo el gobierno federal. Los demás parques indus­triales del estado están abandonados. No hay planeación, no hay proyección estratégica, es decir, no hay nada.

Está el caso igualmente de las finanzas estatales. Con toda la deuda que tienen y la desorganización e inutilidad del go­bierno.

¿Para usted, quiénes son los culpables?

Eso está clarísimo. Tenemos años de gobiernos que fueron un desastre como tales y que son del PRD y del PRI, está el caso de Leonel Godoy Rangel, fue señaladamente terrible, ya no sé ni cómo decirle pero fue muy grave.

¡Pero su partido, el PAN, le ayudó, senador, los diputados panistas en el Congreso del Estado aprobaron los créditos que pidió Leonel Godoy!

Es cierto, se cometieron graves errores.

¡Incluso el PAN anunció que les fincaría responsabilidades y no pasó nada!

Bueno, recuerda que nosotros presentamos denuncias pe­nales. Un partido no puede fincar responsabilidades, pero la autoridad sí y se archivaron esas denuncias!

Ahora es diferente, pues en el PAN hemos establecido una mesa política para analizar entre to­dos las solicitudes de crédito que pre­senta el gobierno, así como también queremos que par­ticipen los ciudada­nos.

¿Cómo ve el pa­norama político senador, cómo ob­serva a la clase polí­tica michoacana. Se puede hacer algo, sirve para algo?

Yo veo que este huracán que pasó por Michoacán y que se concretó en la complicidad del gobierno con la delincuencia, arrasó con mucho de lo que se había hecho. Sobre todo en la clase po­lítica.

La verdad es que veo… Además debo de decirlo, la clase política tradicional de Michoacán, desde hace mucho años es una clase… ¿cómo la definiría? Avejentada, con usos de hace dos siglos, sin ninguna imaginación. No vez desde hace muchos años políticos en el gobierno pensando en gober­nar, pensando en soluciones, pensando en políticas públi­cas. No van más allá de la grilla, muchos de ellos no ven más allá del acomodo político.

Pero hechos de buen gobierno, políticas públicas de un buen gobierno no se ven desde hace muchos años; no hay obras, no hay trabajo, no se ven en Michoacán. No vez polí­ticos con verdaderas experiencia y competencia para poder gobernar. Con eficacia, con eficiencia. Es un asunto que lo notas cuando platicas con ellos. Nadie está pensando en aplicar políticas públicas, nadie está pensando en cómo me­jorar la situación de la gente. En esquemas distintos para sacar a Michoacán adelante, todo el mundo está pensando en la política, en la grilla.

Ese es uno de los graves problemas que tenemos en Mi­choacán.

¿También, senador, sorprende que a estas alturas y con todo lo que ha pasado en Michoacán el delito de peculado no sea calificado como grave para castigar a los funcionarios?

Precisamente por lo mismo. Desde cuántos años está ese problema y que a nadie le importaba.

¿Pero también ahí va su partido?

No, no. A ver. Mira, aun­que tuvieras las mejo­res leyes del mundo. ¿Quién era el Auditor Superior de Michoacán? Era un ex diputado local del PRD y el anterior ha­bía sido una ex funcio­naria de la tesorería del Gobierno del Estado, los mismos que saquearon las finanzas.

¿Funcionarios a modo?

Claro. De nada te sirven las leyes si ponen a su compadre.

Salvador Vega se apa­siona con el tema. Incluso pidió un té y en más de 10 minu­tos lo ignoró por concentrarse en sus respuestas. Piensa la pregunta y la responde con mucha seguridad, aún siendo un tema delicado.

¿Quién gobierna Michoacán? ¿Salvador Jará? ¿El co­misionado Alfredo Castillo?

Como están las cosas, creo que nadie.

Para saber quién está gobernando el estado habría que ver, si hay alguien gobernando Michoacán. Antes, de alguna u otra manera lo estaba haciendo la delincuencia, pero si tú ves las políticas públicas, la educación, la salud, el desarrollo, el apoyo al campo, la economía familiar. Si tú ves que no hay acciones que estén mejorando eso, es que no hay gobierno.

Entonces la respuesta es, yo creo que nadie está gobernando.

¿El trabajo del Comisionado Alfredo Castillo ha tenido resultados?

Yo creo que hay cosas que reconocer, como el de bajar la incidencia de los grupos delictivos, eso me parece que en muchos lados es notorio, ha funcionado yo creo que con sus asegunes. Como todo este tipo de procesos, tiene repunte y reacciones de violencia, pero hay otras cosas que no.

La parte económica, de la cual también tiene responsabili­dad, yo creo que no ha habido nada de resultados.

En el tema de la seguridad, de la delincuencia común, eso ya, incluso ha sido peor últimamente, en el tema de que empezamos a ver abusos de la gente que trajeron de fuera de seguridad y me estoy refiriendo a nivel local, estamos empezando a ver muchos abusos. Eso creo que también es un punto y una alerta que hay que atender de inmediato. Yo diría que los resultados han sido mixtos. Hay cosas que han funcionado y hay otras que francamente no.

¿Usted ha visto una intromisión del Comi­sionado en asuntos políticos?

Yo creo que sí. Es una ten­tación muy difícil de re­chazar. No de las políticas públicas, sino de la políti­ca, política y es algo que no debemos de permitir. Los michoacanos tene­mos el derecho de decidir quiénes nos gobiernan.

Y si nos equivocamos tan terriblemente como nos equivocamos al ele­gir a Fausto Vallejo y al PRI, tenemos toda la decisión de rectificar en la próxima elección.

¿Usted ha recorrido últimamente el estado, cómo ve el ánimo de la gente?

Yo veo un problema, primero de cansancio de hartazgo, de desilusión y en muchos sectores ya de rabia, que eso ya es peligroso. Pero también veo que muchos están esperando que las cosas cambien, que exista una salida.

Yo creo que ha eso hay que apostarle, a esa parte, a pre­sentarles una salida a los ciudadanos, sin demagogias, sin venir a decirles que el asunto se arregla tan facilito, como el de llegar a acuerditos y cosas de esas, y hacer política y a ponernos todos de acuerdo, eso no existe.

Tenemos que asumir decisiones muy duras y difíciles para poder salir adelante rápidamente.

 

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