JUICIO ORAL: POR PRESTAR DINERO, LO SECUESTRAN Y LO ASESINAN; HAY UN IMPUTADO

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POR ANDRÉS RESILLAS//PRIMERA PARTE

Pedro M. nunca pensó que el dinero fuera ser el motivo de su muerte.

A Pedro primero lo secuestraron y como se dio cuenta de quienes eran sus captores, tuvieron que asesinarlo.

Un día antes de la Navidad, el 23 de diciembre del 2016, fue descubierto el cadáver de Pedro enterrado en el rancho Las Trojes, municipio de Acuitzio del Canje. Y eso gracias a que unos perros olieron el cuerpo y rascaron hasta descubrirle una pierna.

Habían pasado 12 días de que Pedro fue secuestrado al parecer por uno de sus principales deudores en el estacionamiento del centro comercial Walmart La Huerta de esta ciudad de Morelia.

El 11 de diciembre Pedro recibió una llamada telefónica de uno de sus deudores, quien le dijo que como parte del pago de la deuda, le entregaría un vehículo tipo Bettle, de la marca Volkswagen y lo citó en la citada tienda departamental.

Pero era un engaño. Pues el deudor le dijo que tenía el vehículo en Pátzcuaro y que debería de ir hasta esa ciudad a recogerlo. Cuando llegaron a Pátzcuaro siguieron por la autopista hacia Uruapan; en esa ciudad Pedro habló con su esposa para avisarle que lo tenían secuestrado.

Los delincuentes pidieron como rescate 50 mil pesos en efectivo, así como una camioneta Rogue modelo 2008 de la marca Nissan, valuada en 130 mil pesos.

La esposa cumplió con las exigencias de los captores, mandó el dinero y la camioneta con un amigo y de acuerdo a las instrucciones, la operación se realizaría en la misma tienda Walmart.

Pero Pedro no regresó y al transcurrir de los días, la familia tuvo que dar parte a la Procuraduría de Justicia para que iniciara las investigaciones.

La única pista certera que los policías detectives tenían sobre el secuestro de Pedro era la camioneta entregada, por lo que comenzaron a rastrearla de acuerdo a los datos que tenían.

También los policías tenían imágenes de las cámaras de C5 ubicadas sobre avenida La Huerta, pues la camioneta fue entregada a la altura del restaurante Vips. Se puede apreciar el momento en que una persona deja la camioneta y entrega las llaves en el departamento de Atención a Clientes.

Luego, regresa a la camioneta y sobre el parabrisas delantero deja el comprobante para poder recoger las llaves. A los pocos minutos aparece un sujeto, toma el comprobante y regresa con las llaves para abordar el vehículo y huir.

También la tienda Walmart aportó los videos donde aparecen las personas que dejaron y recogieron las llaves en su área de Atención a Clientes.

COMIENZA LA PERSECUCIÓN

Otra pista que tuvieron los detectives fueron los aparatos telefónicos que se usaron para realizar el pago del rescate de Pedro.

Los delincuentes utilizaron el aparato de Pedro para comunicarse con su esposa y negociar su libertad. Los dos aparatos fueron investigados, por lo que la policía supo que Pedro estuvo en Pátzcuaro, Uruapan y en el rancho Las Trojes del municipio de Acuitzio.

Cuando estaban investigando otros detalles del secuestro, el Padrón de Vehículos del Gobierno del Estado reportó que la camioneta que había sido entregada como pago del rescate, registró el cambio de propietario. Su nuevo dueño tenía su domicilio en Uruapan.

Fue así que apareció por primera vez el nombre de Gerardo C., de unos 22 años de edad. Gerardo es un hombre de complexión delgada, bajo de estatura y pelo laziado.

Los agentes lo buscaron en Uruapan y no lo encontraron. No tenían la intención de capturarlo pues no se apreciaba que había cometido algún delito, pues sólo tenía en su poder un vehículo que participó en el secuestro de Pedro.

Cuando los policías regresaban a Morelia, logran observar el vehículo en Tiripetío y le marcan el alto a Gerardo. Le informan el motivo de la detención y preguntan la manera en que adquirió la camioneta Rogue.

Gerardo se puso nervioso y al ser revisado, se le encontró una boleta de empeño de un teléfono celular en una tienda de Uruapan y que correspondía a las características del aparato propiedad de Pedro M.

Mientras se aclaraba la forma en que Gerardo adquirió la camioneta, los policías solicitaron una orden de aprehensión al juez de control, pues ya tenían evidencias de que estaba involucrado en la desaparición de Pedro M.

Al analizar las llamadas telefónicas y los aparatos que se usaron para las comunicaciones en el secuestro de Pedro, se logró precisar que Gerardo le puso la tarjeta chip de su teléfono, al aparato de Pedro y estuvo realizando llamadas telefónicas.

Hoy, al seguir el juicio oral en contra de Gerardo, la Fiscalía está presentando cada una de las evidencias, así como los testimonios de varios testigos que ya declararon que entre Gerardo y Pedro hubo una vinculación durante el secuestro y homicidio del segundo.

Defensa y Fiscalía están presentando sus evidencias y argumentos ante los tres jueces que conforman el Tribunal de Enjuiciamiento. Gerardo se ha mantenido en silencio; con una actitud muy seria, observando cómo poco a poco se desarrolla el juicio, donde se juega su futuro……..

Continuará………….

 

 

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