DROGAS EN CIUDAD UNIVERSITARIA; EN EL CAMPUS DE LA UNAM MORELIA Y EN CU DE MÉXICO, LA MOTA SE MUEVE SIN PENA

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REDACCIÓN//

Roberto, es uno de los llamados dealers o distribuidores de marihuana en el mercado de las drogas. Tiene su venta principal en la Ciudad Universitaria de Morelia.

A veces recorre los pasillos para encontrarse con los clientes u otras ocasiones los espera sobre la avenida Francisco J. Múgica. Los churros, porros o toques le dan diariamente entre tres mil y cuatro mil pesos en efectivo

La mota ya corre sin ninguna pena; el olor puede percibirse por los pasillos de Ciudad Universitaria y los vigilantes ya de plano se hacen de la vista gorda.
El mercado va creciendo poco a poco; primero es regalada y cuando ya se vuelven adictos, el chorro o la dosis les cuesta los 50 pesos diarios.

CAMPUS MORELIA DE LA UNAM

En el campos Morelia de la UNAM está pasando lo mismo; lo droga corre sin ningún problema; es más los directivos lo saben, incluso uno de los médicos del servicio social recomienda Monte Santa María, el centro de rehabilitación más caro de la capital michoacana.

Los muchachos ya encontraron la forma de fumar marihuana entre clases; se suben a las azoteas de los edificios y sin ningún problema y ni quien los moleste le dan una y otra vez. Diario.

Todo parece tranquilo en el Campos de la UNAM de Morelia, pero por debajo, las drogas corren y corren sin cesar.
Jaime, un estudiante de ahí, dice que no temen fumar dentro del Campus, pues no pasa que los reporten con el servicio social donde dizque les dan orientación para ya no consumir drogas; no sirve de nada, advierte.

“Como es relativamente barata y la consumes sin ningún problema en la escuela”, pues le das cada que puedes, pues el dinero no es mucho, dice pensativo.

CIUDAD DE MÉXICO; EL BASTIÓN PRINCIPAL DE LA MARIHUANA

Entre muchos “güey”, “carnal”, “valedor”, “amigo”, pocos dan su nombre o siquiera su apodo. Son difíciles de reconocer porque no siempre aparecen los mismos, pero todos ubican a la perfección lo que venden y los puntos exactos. Son más de 30 sujetos repartidos entre las inmediaciones de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, el Campus Central, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), y el metro Universidad, todos ellos artífices del narcomenudeo en Ciudad Universitaria.

Contrario a la lógica que impera en la venta de drogas a baja escala en todo el Distrito Federal, con acuerdos llenos de secrecía, intercambios discretos y movimientos prudentes, en la Máxima Casa de Estudios la realidad es otra y los narcóticos, principalmente mariguana, son tan evidentes como los libros o las áreas verdes, y a nadie parece incomodarle.

Desde algunas décadas, CU se ha caracterizado por ser un espacio de suma tolerancia y empatía, de parte de la comunidad y las propias autoridades educativas. El consumo de drogas, como elección personal de los estudiantes nunca fue señalado, hasta que la autonomía terminó por auspiciar de forma indirecta un mercado que apuñala la legislación auriazul.

En otras palabras, el tema de las drogas dejaron de ser un fenómeno socio-cultural, por decirlo de alguna forma, y se naturalizó como una transacción cualquiera, similar a comprar tacos de canasta a uno de los tantos vendedores en bicicleta que abundan por ahí.
Corredor de “Filos”

En un recorrido cualquiera por la zona de las islas, es muy fácil notar la presencia de los dealers, en especial cuando el olor escandaloso del cannabis quemado los delata. Casi nunca están solos, por lo común son grupos estáticos de tres o cuatro, y aunque en ocasiones son retirados por elementos de Seguridad UNAM, siempre vuelven a los puntos ante la nula reacción de las altas esferas universitarias, que insisten en obviar el tufo de criminalidad esparcido por los pasillos.

Mónica, egresada de la FFyL, recuerda que pudo apreciar esta situación desde que comenzó la licenciatura en Letras Inglesas en el año 2009, aunque desde que era pequeña escuchaba relatos de su padre sobre la venta de drogas en CU, al grado de considerarlo una característica intrínseca de la UNAM y sus estudiantes.

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