Columna Libre Expresión; el uso de suelo y los incendios en Michoacán. Por Carlos Monge

“Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla, mientras el género humano no escucha”… Víctor Hugo. (1802 – 1885). Novelista francés.
No es noticia que la mayoría de los ciudadanos hemos sido extraordinariamente inconscientes con el cuidado del medio ambiente. Sorprendente, pero no terminamos de entender que necesitamos de flora y fauna para poder existir. Y peor aún, la voracidad de unos cuantos que insisten en enriquecerse en agravio de lo que sea, han sido factor importante para que en Michoacán la mayoría de los siniestros sean provocados.

El asunto es tan grave, que en lo que va de la temporada de incendios, Michoacán ya registra más de 500 siniestros con afectaciones que superan las 7 mil 300 hectáreas, principalmente de Morelia, Tancítaro, Chilchota, Salvador Escalante y Uruapan; con lo que ya se registra un incremento del 200 por ciento, comparando el mismo periodo del 2015.

Como ya lo señalaron uruapenses tras el incendio en el cerro de la Cruz, las autoridades deberían realizar investigaciones tan efectivas, que detengan a los responsables de semejante daño. Pero a la vez, debería perfeccionarse la coordinación con empresarios forestales, ciudadanos y autoridades de los tres niveles para prevenirlos y combatirlos. Evidentemente hace falta mayor inversión para fortalecer grupos de brigadistas, así como mayor y mejor infraestructura.

Pero sobre todo, hace falta que se aplique la ley sin cortapisas. Mientras la corrupción e impunidad imperen, incendios forestales continuarán y seguramente crecerán, ante la complicidad de las autoridades que difícilmente detienen a los culpables y sí por el contrario, autorizan con singular y sospechosa facilidad el cambio uso de suelo para que zonas boscosas, pasen a ser desarrollos habitacionales o huertas de aguacate, como se ha denunciado en el Cerro de la Cruz de Uruapan y como las propias autoridades estatales y municipales reconocieron como una posibilidad.

La Ley de Desarrollo Forestal Sustentable de Michoacán y el Código de Desarrollo Urbano, por citar dos ejemplos, aunque regulan la importancia del desarrollo sustentable, la distribución equitativa de la riqueza pública, la conservación y protección ecológica y la reforestación, no han sido eficaces.
Y pese a que estipulan una serie de trámites, supervisados incluso por ayuntamiento, estado y federación, para evitar el constante, dañino y amañado cambio de uso de suelo y el otorgamiento de licencias, su fracaso es evidente.

Así que esta vez, las autoridades deben llegar hasta sus últimas consecuencias para encontrar a los responsables de los incendios y sancionarlos de manera ejemplar, es decir, no con 600 y hasta 20 mil salarios mínimos vigentes, que para un desarrollador habitacional o un empresario agroindustrial, son sanciones que no les quitan el sueño.
Así que ante la evidente deficiencia para la prevención y cuidado del medio ambiente, urgen reformas en las leyes aplicables vigentes, para castigar con cárcel a quienes resulten responsables de semejantes atentados contra el medio ambiente, pero también, donde se especifique con toda puntualidad, la imposibilidad de cambiar el uso de suelo, como se viene haciendo en zonas productoras de aguacate o para nuevos desarrollos habitacionales, por citar dos ejemplos.

Y claro, urge que las autoridades de los tres niveles de gobierno y los ciudadanos, nos concienticemos de la importancia del cuidado de nuestro entorno. No perdamos de vista que con el deterioro ambiental nos auto afectamos. Preservemos nuestros pulmones, planifiquemos el desarrollo urbano y respetémoslo; de lo contrario, el cambio climático y la contaminación nos alcanzarán, como ya sucede, por ejemplo, en la Ciudad de México.

Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
cmongem@hotmail.com

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