COLUMNA BÚSQUEDA. SE GENERALIZA LA PRODUCCIÓN DE DROGAS SINTÉTICAS EN MICHOACÁN Y DESPLAZA A LA MARIHUANA. Por Andrés Resillas

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Nadie lo notó. Se trató de una acto más del gobernador Silvano Aureoles Conejo y de los titulares de la PGR, Ejército Mexicano y la Policía en Michoacán, así como de la Procuraduría de Justicia; las clásicas quemas de enervantes que de manera continua realizan las fuerzas federales.

Los funcionarios llegaron al Campo de Adiestramiento que tiene la 21 zona militar rumbo a Mil Cumbres; también los reporteros se dispusieron a presenciar la quema. Pero nadie reparó en lo que se estaba quemando.

Y es que hubo un cambio no sólo cuantitativo, sino cualitativo. Ahora resulta que se incineran más drogas sintéticas que la tradicional marihuana. Es decir, el hielo, ice o cristal está corriendo libremente como caudal de un río por la entidad. La cantidad incautada habla de un enorme trasiego de drogas hacia Estados Unidos.

Fueron y conste que son cifras oficiales: cinco toneladas de metanfetaminas, por una tonelada de marihuana. Cuando en antaño la marihuana era quemada por toneladas y toneladas en Michoacán.

Otro hecho refleja la gravedad de la situación: en lo que va del año se han detenido a decenas y decenas de narcomenudistas y esto en todas las regiones de Michoacán. Ninguna ciudad y región se escapa. Y qué decir de los ejecutados que día a día aparecen; personas emboscadas que tenían cuentas pendientes.

Michoacán está lleno de cocinas o laboratorios que producen drogas sintéticas; es el gran negocio del momento. UN KILO DE METANFETAMINAS VALE EN EL MERCADO NEGRO DE LOS ESTADOS UNIDOS MÁS DE 100 MIL DÓLARES AL MENUDEO.

La SEDENA, encargada de quemar la droga sintética y la marihuana dijo que el valor de lo destruido FUE DE 123 MILLONES DE PESOS.

Con estas cifras de producción del cristial o ice, Michoacán se convierte en uno de los principales productores de drogas sintéticas del país y se argumenta que son los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo por donde llegan los precursores químicos para fabricarlas.

Se requiere una nueva estrategia. Urge, porque en nuestro propio estado corre por todos lados la marihuana y el cristal. Y cuando vemos que en documental Tierra de Carteles los propios policías están produciendo el cristal, se le terminan a uno las esperanzas de un cambio. Ojalá y me equivoque.

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