Por Andrés Resillas (Primera parte)
Noemí estalló:
“Yo quería que mi familia se fuera (muriera) completa.
“Ya no aguantaba tanta violencia, tantos problemas con mi esposo, de deudas y pleitos.
“Cuando peleaba con mi esposo, èl me amenazaba con matarme; tiene un carácter explosivo.
“Yo quise primero llevarme (matar) a mis hijos y luego que nos fuéramos mi esposo y yo”.
“Yo no quería esta situación, pero también estaba desesperada pues mi esposo mi engañaba con otra mujer y eso no lo soporto
“Todos esos problemas me llevaron a un estado depresivo y por eso decidí que todo terminara”.
Ante el asombro de todos, Noemí decidió aceptar el crimen de su hija.
Sus abogados incluso pidieron un receso para aconsejar a Noemí de que no declarara, pero ella le hizo caso a sus emociones y aceptó su culpa.
La juez Amalia Herrera Arroyo también le advirtió que no podía auto incriminarse, pero la imputada tampoco la obedeció.
Fue así que en la audiencia quedó claro que Noemí le propinó 39 heridas con un cuchillo a su hija de ocho años y que también pretendió ultimar a su otro hijo de nueve años.
Tanto el esposo como su vástago narraron la forma en que Noemí ultimó a su hija.
Pero Noemí no está en sus cabales. Es un puñado de emociones y lo demostró en la audiencia.
Exigió ver a su esposo y pidió seguridad en el Cereso Mil Cumbres pues dijo que temía ser violada sexualmente.
¿Cómo ocurrieron los hechos? En la siguiente entrega le daremos la crónica.