POR ALICIA RODRÍGUEZ
Por decisión del Gobierno municipal y de los organizadores, fue modificado el recorrido de la Procesión del Silencio dejando fuera a cientos de vecinos de participar en ella y en detrimento de esta tradición moreliana.
Hay molestia de los vecinos del Barrio de Capuchinas quienes durante muchos años intervenían en la Procesión del Silencio; para ello adornaban sus calles, colocaban altares y realizaban cantos, declamaciones y poemas a la virgen María.
Anoche el Barrio de Capuchinas se vio solitario, sin arreglos y muchos ciudadanos ya ni siquiera fueron a la iglesia a ver la llegada de la procesión por las otras calles.
Los vecinos se dijeron molestos por la decisión tanto del Gobierno municipal como del comité organizador, pues dijeron que están convirtiendo la Procesión más como un espectáculo para los turistas, que el replicar una tradición que data de décadas.
“Las tradiciones se tienen que respetar; son del pueblo y para el pueblo. Nosotros participábamos activamente y ahora ni siquiera nos tomaron en cuenta”, dijo Fernando, habitante de la calle Vicente Santamaría.
Expresó que todas las calles del barrio de Capuchinas quedaron marginadas de la Procesión del Silencio.