OPINIÓN. EL FISCAL CARNAL. Por el profesor Juan Pérez Medina (CUT-MICHOACAN)

El domingo anterior se consumó la designación de Adrián López Solís como el nuevo fiscal en la entidad y encargado de brindar protección a los michoacanos. Su designación fue, desde su inscripción en el proceso de selección, decidida, impulsada y promovida por el gobernador Silvano Aureoles. Lo que el domingo ocurrió fue la culminación de una crónica largamente anunciada.

Lo que se mencionó como una oportunidad para contar con un servidor público independiente de los otros poderes; con condiciones para actuar de manera autónoma y a favor de los ciudadanos ha quedado, por lo menos en los 3 años siguientes, cancelado.

La elección del fiscal fue obra del gobernador y por lo tanto, durante sus 3 años restantes, actuará bajo su tutela, sabedor de que a él le debe el cargo, lo que indudablemente es un revés social que nos deja claro, el profundo temor a la vida democrática y su vocación autoritaria por mantener todo el control sobre el aparato del estado, y esto incluye a los tres poderes.

A pesar de la exigencia cotidiana de la democratización del ejercicio de gobierno, finalmente, lo que ocurre por lo general es que se diga, pero no se haga. Por un lado, puede anunciarse con tambor batiente que ya la procuración de justicia no estará en manos del ejecutivo estatal y actuará con toda autonomía y, por el otro, como es este caso, se hace lo necesario para garantizar que esa afirmación no se cumpla.

Podríamos dudar de otro gobernante, pero en este caso sabíamos de antemano que Silvano, fiel a su condición, no resistiría la tentación de nombrar fiscal a uno de los suyos y, quién mejor que su fiel escudero Adrián López Solís, otrora coordinador de campaña y luego secretario de gobierno. Puede decir lo que quiera el señor fiscal pero de que estará a la orden del gobernador es indiscutible.

Pero no sólo es culpa de la condición natural del gobernador priista/perredista michoacano, sino que además está la irresponsabilidad de los legisladores quienes tuvieron la oportunidad de hacer, por primera vez las cosas bien y lamentablemente, nos volvieron a fallar. Después de que la derecha panista declarara que no votaría por el propuesto por el gobernador, finalmente acabó otorgando sus 8 votos, al igual que lo hizo el PRI con sus cinco diputados. De la misma manera votaron Wilma Zavala y el diputado del partido Movimiento Ciudadano, no se diga de los que el PRD ya tenía asegurados con su propia bancada. Faltaban votos y el gobernador entró en la última semana a conseguirlos con el método que hasta el momento no le ha fallado: la corrupción.

Los diputados facilitos fueron los últimos en apalabrar, a sabiendas que esos eran seguros soltándoles un poquito. Lo importante eran los votos del PAN y, sin duda, los que había en la oposición. Aquí hago un paréntesis para designar en este caso a la oposición como aquella que durante el desempeño de la actual legislatura se han comportado como tales. En este caso solamente la bancada de morena, pues ya sabemos que los petistas se compran según la ocasión.

Hasta antes del viernes 22 de febrero, el candidato del gobernador no contaba con los 29 votos que finalmente obtuvo. Fue ese día y el sábado que el gobernador maniobró para alcanzar los votos que necesitaba y salirse con la suya. Reuniones con los dirigentes de cada bancada, incluida la de morena, hizo que finalmente el domingo 24 se votara por el “fiscal Carnal” y se alcanzaran los votos suficientes para entronizarlo 9 años en la fiscalía.

Entre las maniobras realizadas en esos días cruciales, estuvo la realizada por 7 diputados de morena que realizaron el relevo de su coordinador de bancada, destituyendo a Alfredo Ramírez y, nombrando en su lugar a Fermín Bernabé Bahena, quien al siguiente día acudió a reunirse con Silvano Aureoles, junto con su vicecoordinadora, Cristina Portillo. De lo que trataron allí, solo ellos lo saben. No sobra mencionar que se supo igualmente de la reunión del Gobernador con el tristemente célebre Reginaldo Sandoval, diputado federal y dirigente eterno del PT en Michoacán, con quien acordó la votación de sus diputados, tal y como sucedió.

Al final, nos encontramos con un fiscal que de independiente no tiene ni una pizca y que actuará tal y como lo establezca el gobernador actual. Todos hemos perdido y, si bien es necesario destacar la forma en que votaron los diputados que recientemente abandonaron el PRD, haciéndolo por López Solís, cuando habían comprometido su voto en contra junto al PT y morena, sobra decir que no es fácil abandonar las mañas cuando se está acostumbrado a sacar ventaja personal en todo lo que decidimos. Los diputados de morena acabaron votando solos contra la mayoría del gobernador y aquí hay una enseñanza que debemos aprender: esta legislatura no tiene una oposición mayoritaria. Los colores solo son emblemas de una misma jaula.

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