CRÓNICA: PÉSIMA ORGANIZACIÓN DEL EVENTO Y AMLO FELIZ CON LA GENTE

POR ANDRÉS RESILLAS

Desde que me enteré del lugar donde sería el evento del presidente Andrés Manuel López Obrador, para anunciar la descentralización de las oficinas del IMSS advertí que era una pésima idea.

Nadie niega la belleza del Palacio Federal, pero sus instalaciones no son las adecuadas para un acto presidencial y ello quedó corroborado.

Ha pero eso sí, los funcionarios federales de Michoacán, empezando por Germán Martínez tenían que enviar el mensaje de que el Gobierno del Estado, para ellos, es un cero a la izquierda.

Mientras el presidente López Obrador repetía las palabras unidad y reconciliación ante la presencia del gobernador Silvano Aureoles, sus funcionarios lo invitaron al evento de última hora. Tampoco lo avisaron de su hora de llegada al aeropuerto para que lo recibiera.

Nada de civilidad política.

Como siempre ocurre, el personal de la Presidencia de la República llegó a imponer sus condiciones. Decenas de periodistas quedamos marginados de asistir al evento. A algún estúpido se le ocurrió hacer una lista de medios preferidos para darles acceso. Hasta los funcionarios locales del IMSS quedaron marginados.

No se diga también de los representantes de los sectores sociales: los empresarios, como el líder de la Canacintra Michoacán, se quejaron amargamente por la desorganización, incluso algunos de ellos no lograron entrar al evento.

Afuera, sobre la avenida Madero hubo plena libertad de tránsito. Ya no hay el férreo y prepotente Estado Mayor Presidencial que sitiaba el lugar y rechazaba a los curiosos. El presidente López Obrador tuvo la oportunidad de saludar a la gente en la calle. La sonrisa le duró todo el trayecto hasta el interior del Palacio Federal.

Un Silvano Aureoles formal y serio recibió a López Obrador, quien contestó el saludo con una sonrisa. Raúl Morón observó nervioso el encuentro de los dos políticos.

Adentro del recinto sólo los privilegiados: diputados locales y federales de MORENA y uno que otro luchar social. Nada más. Enfermeras y doctores fueron colocados a los costados para que sirvieran de escenografía.

Afuera, los morenistas no dejaban de alabar a López Obrador y de lanzar consignas contra Silvano.

López Obrador quiere a Michoacán. Sabe del papel que nuestro estado jugó en la transición política y en las tres anteriores transformaciones sociales. Por eso no dejó pasar la oportunidad para recordar a José María Morelos, invocando varias de sus frases. Y anunciando que las ejecutará.

Recordó a Melchor Ocampo, como el principal asesor ideológico del presidente Benito Juárez; también a Francisco J. Múgica y finalmente al general Lázaro Cárdenas del Río. Liberalismo puro.

Es por ello que López Obrador aseguró que apoyará a Michoacán. Le habló claro y de frente a Silvano:

«Yo le agradezco mucho a Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, por su apoyo, por su respaldo, por su voluntad de ayudar y trabajar de manera coordinada.

«Tenemos que unirnos, la reconciliación es la palabra clave, ya pasaron las elecciones. Siempre lo digo, partido viene de una parte. Como su nombre lo indica, partido es una parte, gobierno es todo.

«Tenemos que unirnos para sacar adelante a nuestro país, para lograr la Cuarta Transformación de la vida pública de México.

«Por eso, en la diversidad, en la pluralidad, respetándonos todos, poniendo por delante el interés general, vamos a sacar a Michoacán del atraso, vamos a sacar del atraso a nuestro querido México.

Pero no todo fue felicidad. El alcalde Raúl Morón se quedó plantado con su programa de vialidad para Morelia, que según su área de prensa «lo anunciaría el presidente López Obrador».

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *