OPINIÓN. SILVANO ¿EL PALADÍN DEL MAGISTERIO? Por Juan Pérez Medina (CUT-Michoacán).

El 23 de noviembre, Silvano Aureoles Conejo, anunció en una conferencia de prensa celebrada en un lujoso hotel de la Ciudad de México, que se salía del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) y de los posteriores de 2009 y 2014 cuando se creó el FONE (Fondo Nacional para la Educación), quién desde entonces administra las plazas de los trabajadores de la educación del sistema de educación básica. De esta manera pretendió regresar los servicios educativos a la federación; es decir: que el estado de Michoacán se deshacía de su obligación constitucional de brindar educación, tal y como lo establece el Artículo Tercero. Lo anterior significa que Michoacán pasaría a ser el único estado del país en donde la federación y los municipios se harían cargo de brindar educación a sus niños y jóvenes adolescentes.

En el fondo, su estrategia de anunciar el abandono del ANMEB, tenía dos objetivos; el primero, obligar al nuevo gobierno federal a pactar un nuevo acuerdo educativo sobre la base de asumir las 32 mil plazas estatales y los adeudos que actualmente tiene con los maestros estatales y, el segundo, aparecer como el gobernador que no se doblega ante el Ejecutivo a quien considera su enemigo político y, por lo tanto, debe de combatir. El mostrarse rijoso tiene la pretensión de encabezar a un grupo de gobernadores que, desde la oposición, no encuentran como actuar ante estas nuevas circunstancias que son un verdadero desafío, pues la actitud centralizadora del gobierno que AMLO encabeza los está dejando sin los cuantiosos recursos que año con año manejaban a su antojo, y con los cuales han hecho enormes negocios que les han redituado enormes fortunas.

Por eso, a escasos 7 días de la asunción del nuevo gobierno, decide dar este anuncio que en el centro del país fue tomado con cautela por la nueva Administración y de absoluto silencio por la que estaba en ese momento por irse. Para efectos de la determinación unilateral, el gobierno actual no ha cedido y, por el contrario, se ha mantenido en la idea de que esa determinación no es un asunto que competa a una de las partes solamente y que requiere, sin dejar esa posibilidad de lado, de un análisis riguroso, que permita tomar, para este caso y todo el sistema educativo, la mejor decisión.

Por eso, Esteban Moctezuma llamó al gobernador al diálogo y búsqueda de medidas contingenciales que permitieran que los maestros michoacanos cobraran sus salarios de fin de año junto con el aguinaldo, para posteriormente sentarse a la mesa y discutir el problema de fondo.

Sin argumentos de por medio, el “señor” gobernador, salió a la prensa sin bajar el tono del boxeador que habla mucho antes de entrar al combate para luego acabar siendo noqueado en el round primero, para anunciar que no tenía dinero para pagar el mes de diciembre y el aguinaldo y que marcharía a la Capital del país para, de ser necesario hacer una huelga de hambre, pero que se ponía del lado de los maestros y, a partir de ese momento, se convertía en su primer aliado. Todos esperamos que la marcha inciara.

Yo, en lo particular, me frotaba las manos, desesperado y contando los días, horas y minutos que faltaban para ver a Silvano y sus funcionarios saliendo en marcha. sería la verdad, un espectáculo que nadie querría perderse, pero al final la marcha se desvaneció y el gobernador continuó en su helicóptero,

no sin antes, anunciar que interpondría una controversia constitucional en contra del gobierno federal para que retire a los recién nombrados coordinadores de los programas federales.

Aquí una primera conclusión; Silvano ha estado buscando pleito con el gobierno federal sin que éste lo volteé a ver. Es como si un niño berrinchudo de tres años golpeara furioso a su padre en las piernas, mientras éste se concentra en otras actividades, sabedor de que el que le pega no representa peligro; es decir, qué el gobierno federal no ha caído, ni caerá en la provocación que Silvano representa.

Una segunda conclusión es la que resulta de la actitud del gobernador quien, en las últimas semanas, después de haber anunciado su salida del ANMEB, y habiéndose pasado tres años de injurias, amenazas, descalificaciones, represión y violencia en contra de los maestros y maestras, pasó a convertirse en el “mejor aliado” y defensor de los maestros. El otrora defenestrador de los maestros de la CNTE, de pronto se muestra comprensible y hasta solicita a la población entendimiento para las acciones de protesta que los maestros de esta agrupación vienen realizando. ¿Con qué intención?

Algo que todos sabemos es que el cambo abrupto de gobernador hacia los maestros de la CNTE tiene “gato encerrado” y que, en el fondo, sigue manteniendo la misma posición de desprecio que nos mostró desde su llegada.

Pronto habremos de saber sus verdaderas intenciones, aunque muchos ya lo sabemos y, al parecer, nadie se está yendo con la jugada política de Silvano, quién pretende ser protagonista al frente de la reacción en contra del nuevo gobierno federal, que encabeza Andrés Manuel López Obrador y, en ello, quiere tener, contar con el apoyo de los maestros. Es más, no importa si cuenta con el magisterio, porque eso es lo de menos, si al final logra que la CNTE enfoque sus baterías hacia AMLO, lo cual es su verdadero objetivo. Pobre Silvano se le está acabando su fulgurante carrera política llena de ambiciones funestas.

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