OPINIÓN:¡GANA SILVANO AUREOLES, PIERDE MORENA! Por Juan Pérez Medina. (CUT – Michoacán)

Francisco Cedillo de Jesús no esperó ni el día de la toma de posesión como diputado local para renunciar al partido que lo postuló, gracias a las circunstancias del proceso de elección interno y a la votación de los ciudadanos que votaron por ese partido y no por otro. Ahora es un fiel representante del gobernador Silvano Aureoles, precisamente contra quien votaron los morenistas y ciudadanos el primero de julio anterior en el estado. Para ser más claro: se pasó al bando del adversario y ahora desde ahí, a la diestra del perredista-priista, recibe las órdenes de su actuación.

Francisco Cedillo de Jesús fue favorecido por el cálculo de las probabilidades que se generó al participar en la tómbola para la elección de los diputados plurinominales de morena en la Entidad. Salió con el número uno y pasó de inmediato a encabezar la lista, por lo que al conocerse el lugar alcanzado se dio por hecho que ya era diputado local a la LXXIV legislatura del Congreso del Estado.

Suertudo el hombre que, hasta antes de este hecho singular, era un vil desconocido, incluso entre los militantes más connotados de morena del municipio de Uruapan, de donde proviene. Un día se despertó y decidió, acicalado por un hombre todo ambiciones personales y ex candidato a diputado federal por el distrito IX de Uruapan, Alfredo Azael Toledo Rangel, irse a inscribir para ser posible diputado local plurinominal, confiando en que la suerte podría sonreírle y así fue.

Cuando la lista quedó registrada, apareció Alfredo Azael Toledo como su suplente; quien es el que determina tras bambalinas sobre la diputación en comento. Sin embargo, días después del registro de candidatos plurinominales, el dirigente estatal de morena, Roberto Pantoja Arzola, determina sacarlo de la lista para en su lugar inscribir al Dr. José Mireles Valverde, el ex jefe de los autodefensas de Tepalcatepec.

No había comparación de un personaje a otro y esa noticia no cayó mal entre los militantes y simpatizantes del partido morena. Pero para los afectados, la noticia fue como un pesado fardo que les amargó los días siguientes y los llevó a demandar la nulidad de la acción del dirigente estatal, exigiendo con justa razón que se les regresara la candidatura, como así lo concedió el Tribunal Regional Electoral de Toluca.

A la acción de Francisco Cedillo y Azael Toledo de reclamar para sí la diputación que de manera autoritaria les habían quitado, el dirigente estatal respondió con enjundia y totalmente envalentonado, solicitando la inhabilitación y suspensión de derechos de Cedillo porque, según él, había violado los estatutos de morena al participar en un acto violento durante una asamblea distrital electiva en la entidad, cuando en realidad fue porque decidió defender sus derechos políticos trastocados por el mismo Pantoja y restablecidos por la autoridad jurisdiccional en materia electoral. Por lo que los auspiciadores de la candidatura del Dr. Mireles tuvieron que tragarse su coraje y acabar aceptando que el candidato era Francisco Cedillo y no Mireles, debiendo reiniciar un proceso de reconciliación que nunca llegó.

La determinación de Francisco Cedillo y Azael Toledo de dejar morena y sumarse al PRD tiene un responsable directo y ese se llama Roberto Pantoja Arzola. Es gracias a su manejo al margen de los principios estatutarios y de la propia legalidad institucional que se logró que morena sea reducido a 12 diputados cuando al día siguiente de la calificación de la elección tenía 14.

El golpe es doble, pues con la llegada de estos maromeros y ambiciosos a la bancada del PRD, este instituto político logra el número mágico de 8 diputados que le permiten reclamar un lugar en la Junta de Coordinación Política del propio Congreso que recién inicia sus funciones.

Silvano Aureoles operó como él sabe hacerlo (lo hacen mejor los priistas) para integrar a Francisco Cedillo y Azael Toledo a su bancada y tenerlos hoy en su regazo. El encono con que Pantoja Arzola trató este asunto fue exitosamente capitalizado por Silvano Aureoles y prácticamente acabó con toda posibilidad de que morena recuperara esta curul, que posiblemente fue defendida ante el IEM por el propio gobierno estatal con pleno interés.

No hay duda de que el cambio de bancada no se debió a las convicciones ideológicas o políticas de este par de aprendices de gambusinos del poder político; sino que su retirada se debe más a una negociación muy personal que sin duda ha sido y será coronada por beneficios personales muy onerosos para ambos diputados: propietario y suplente.

Morena ha sido el gran perdedor gracias a la conducción errada de su dirigente y, a la ambición de estos dos personajes. Al menos a Azael lo conozco y sé que no es un luchador social y mucho menos de izquierda. Su llegada a morena ha sido como la de tantos otros, quienes vienen con la ambición en las fauces en busca de su bienestar personal por encima de cualquier otro objetivo; por lo que la máxima de AMLO de “no robar, no mentir y no traicionar” se la pasan por el arco del triunfo.

Cedillo y Toledo no tenían derecho alguno para abandonar morena, pues sus votos son el resultado de los militantes y simpatizantes del partido y AMLO que el primero de julio fueron a votar por el cambio en la conducción del país. Sea como sea, esa diputación moralmente le pertenece a morena y no al vende patrias de Silvano Aureoles, pues son los votos de este partido político los que la han hecho posible y estos traidores se la han robado. Sí, óigalo usted: ¡se la han robado!

Cedillo y Toledo son el ejemplo de lo que ha llegado de última hora a morena y que comienza a podrir con su conducta lo que morena se ha planteado ser. Son muchos de ellos conocidos, por lo que los verdaderos militantes deben andarse con cuidado; recuerden que “cerdo que come mierda, ni aunque le rompan el hocico”.

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