«EJERZA SU DERECHO…» :CARLOS ALBERTO MONGE MONTAÑO

“Los malos gobernantes son elegidos por los buenos ciudadanos que no votan”… George Jean Nathan (1882– 1958). Crítico teatral estadounidense.

Después de un largo periodo de campañas proselitistas, abundantes promesas inviables, derroche de recursos, contradicciones, prostitución ideológica y pragmatismo brutal, llegó el tiempo de la reflexión para cada uno de los ciudadanos que tendremos la difícil tarea de elegir por quién votar el próximo domingo, para presidente de México, senadores, legisladores federales y locales, presidentes municipales y en algunos casos, gobernadores.

En una contienda donde lograron mayor atención los candidatos a la máxima magistratura del país, el resto con algunas excepciones, no lograron despertar mayor interés.

Los 90 días de proselitismo y las acusaciones mutuas entre los presidenciables, dejaron claro que los mexicanos iremos el primero de julio a las urnas a votar preponderantemente por el menos malo, incluso por el presuntamente menos corrupto, porque está claro que ninguno sale avante en materia de transparencia y combate a la impunidad.

Ante semejante escenario, resulta inevitable concluir que independientemente de quien gane, perderá México. Ninguno de los candidatos con todo y sus equipos de campaña garantiza que a nuestro país le irá mejor.

Peor aún, la mayoría de los mexicanos sufriremos una derrota, porque difícilmente el que resulte vencedor lo hará con más del 50 por ciento de los votos, mismos que no incluyen a los que decidan abstenerse de ejercer su derecho a votar.

Así que en este momento de reflexión, resultaría bastante sano tener en cuenta que todo lo malo que sucede en este país, no desaparecerá por arte de magia, invariablemente de quien resulte triunfador.

Mejorar la calidad de vida de los mexicanos requiere que todos los que habitamos este país pongamos nuestro granito de arena, empecemos a hacer lo correcto, a retomar el deber ser. Después del primero de julio y al arribar a Los Pinos el triunfador el próximo primero de diciembre, no habrá discurso posible que acabe de tajo con la corrupción o reparta miles y miles de millones de pesos, como varios lo han prometido.

Así que más vale estar conscientes de ello para evitar que la desesperanza se apodere, especialmente de los más necesitados, después del primero de julio; pero sobre todo, tras dos o tres años de un nuevo gobierno federal.

Debido a que la mayoría padecemos en alguna dimensión la incertidumbre y todos tenemos argumentos válidos para votar por uno u otro candidato, es que vale la pena ponerle calma a partir de ya, evitar la violencia contra quienes piensan diferente así sean con familiares, vecinos, compañeros de trabajo y amigos.

Seamos honestos y evitemos defender lo indefendible. Todos los candidatos presidenciables y varios de los integrantes de sus equipos proselitistas cargan enormes dudas de corrupción e impunidad, han vivido del erario ya sea en el gobierno o en la oposición, pero indudablemente han vivido bien.

Así que evitemos la violencia pese a la incertidumbre y el desánimo, vaya a votar el primero de julio para hacerle sentir a la clase política que está cansado de tantas promesas incumplidas, es necesario hacer sentir que hay interés en los asuntos públicos.

Sé que no es sencillo elegir al menos malo y menos corrupto entre las alternativas que hay en prácticamente todos los niveles de la competencia, pero hay que intentarlo y hay que permanecer informados y exigentes para que los ganadores cumplan lo mejor posible con su responsabilidad.

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