OPINIÓN. LA CAÍDA DE LA EDUCACIÓN; Y AHORA, ¿QUÉ SIGUE? Por Rogelio Guzmán Rodríguez

Si bien en los primeros gobiernos posrevolucionarios se buscó invertir al máximo posible en programas para abatir el analfabetismo, crear escuelas normales, movilizar a la sociedad para cumplir la función de docentes y capacitarlos sobre la marcha, intentando llegar a la población históricamente desatendida, justo la del medio rural, llegaron al poder una nueva generación de políticos que enfocaron sus gobiernos hacia la industrialización, reduciendo el presupuesto a la educación a límites extremos.

Consecuencias: la construcción de escuelas fue insuficiente, y ante el crecimiento poblacional, la solución fue hacer dobles y hasta triples turnos (matutino, vespertino y nocturno para alfabetizar, que aún subsisten en numerosos casos) de tal suerte que la víctima fue la calidad de la educación, pues si los alumnos antes asistían seis y hasta 7 horas a la escuela, su nuevo horario se redujo a 4 horas y media. Los nuevos programas tuvieron que sacrificar contenidos.

Los maestros también resintieron la reducción de presupuestos, pues sus aumentos anuales fueron francamente miserables y la realidad es que según estimaciones, perdieron el 50 por ciento de su capacidad adquisitiva en relación a lo que obtenían hace 60 años.
Solución: crear sistemas de dobles plazas, que obligan a los maestros a trabajar a mañana y tarde, con tiempos mínimos para planear y preparar material didáctico para la clase del día siguiente, factor que afecta la calidad educativa.

Si a lo anterior se agrega la presencia nociva de un sindicalismo que premia a sus incondicionales sin importar su calidad educativa como maestro; la corrupción piramidal que desciende desde el líder nacional, hasta los estatales y seccionales… y que sin pudor alguno se muestran como lacayos del político en turno a cambio de puestos, de los que obtendrán siempre un jugoso botín.

¿Sindicalismo…?

Nada de eso, es el juego perverso del corporativismo, donde la estrategia política es corromper a los líderes para manipular a su antojo a la burocracia de las diferentes dependencias gubernamentales o empresas descentralizadas.

Y los analistas del tema educativo plantean algo más: si en México han escaseado los filósofos en general, en cuanto a filosofía de la educación no hay referente significativo en los últimos 40 años, de manera que de hecho no existe una ruta, una filosofía educativa mexicana y se ha pasado el tiempo volteando a todas partes del mundo y obteniendo doctorados que no aplican ni han servido para gran cosa, algunos francamente “patito” que no han aportado nada significativo a la educación.

OPINIONES
De entrevistas en medios de comunicación, rescatamos opiniones de tres personas que tienen qué ver con la educación y merecen conocerse.
¿Cuál es a su juicio el principal pendiente de la educación en el país?
Aquí las respuestas:
Sylvia Shmelkes: El principal problema es la falta de equidad. Hay una pequeña élite que tiene acceso a educación de calidad y una gran mayoría que está muy atrasada. El sistema educativo es inequitativo, no hay comparación entre las escuelas y maestros del medio urbano que del medio rural. México siempre ha sido deficiente conforme a los estándares internacionales. Otro factor son los bajos salarios de los maestros y las instalaciones escolares inadecuadas que suman decenas de miles en el país. Jornadas escolares insuficientes, pues con cuatro horas y media por 5 días significan 20 horas a la semana (reduciendo las medias horas de recreo) que resultan en 800 horas en un ciclo escolar, pues países como Estados Unidos y Canadá (nuestros principales socios comerciales) tienen un promedio de 1,500 horas y países latinoamericanos como Perú, tiene 1,400 y Guatemala 1,320.

Pablo Latapí: Hay que invertir más donde más se necesita, justamente en las comunidades más marginadas y en pobreza extrema, no como se hace hoy, que se privilegia las escuelas urbanas que las rurales. El corporativismo sindical mata la iniciativa del maestro, pues debe plegarse a sus líderes y no a ocuparse de tiempo completo a mejorar su trabajo como docente.

Carlos Ornelas: Se necesitan secretarios de educación que provengan de la práctica docente. La mayoría han sido políticos amigos del presidente que se dedican a administrar las relaciones con el sindicato, pero no a crear programas y proyectos pedagógicos reales. Regalar computadoras como lo hicieron Fox y Calderón fue tirar dinero a la basura, pues se entregaron a maestros que están en lugres donde ni siquiera hay energía eléctrica ni se capacitó a nadie para enseñar el manejo de los equipos a los alumnos y a los mismos profesores. Otro pendiente es que tanto maestros como autoridades han tenido miedo a tomar en cuenta mayor participación de los padres de familia en la educación. En la ley está planteada la Participación Social, en particular porque el sindicato se opone.

Termino con una frase más que aplicable a la educación en México: “NINGÚN PUEBLO PUEDE SER MEJOR QUE SU EDUCACIÓN” Si aspiramos a tener un mejor país… ya sabemos lo que tenemos que hacer… y por dónde empezar
Con esta serie de tres entregas concluyo, en parte, el tema educativo, que junto con los de Seguridad, Corrupción y Reforma Política, espero definir mi voto para el próximo primero de julio, de acuerdo a lo que los candidatos hayan expuesto durante su campaña, aclarando una vez más que ninguno de ellos me convence hasta el momento.

Espero escuchar no sólo propuestas a secas, sino programas y proyectos donde quede claro CÓMO LO VAN A LOGRAR.

De los cinco candidatos, cuatro: José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez, decidieron entrar a la contienda electoral porque se sienten con los conocimientos suficientes como para ocupar la presidencia de la república y enfrentar los principales problemas del país, y del quinto, Andrés Manuel López Obrador, ni se diga, no cabe disculpa alguna si después de tres campañas electorales no tiene propuestas concretas de cómo enfrentar los retos a que se enfrentará un presidente… o dejará la impresión de que todos estos 12 años sólo se ha dedicado a cuestionar cualquier programa o acción del gobierno, pero sin tener la menor idea de cómo hacerlo mejor.

Con estas reflexiones “en voz alta”, pretendo hacer un ejercicio estrictamente personal, sin el ánimo ni de convencer a alguien de mis reflexiones y posibles conclusiones, como tampoco de confrontarme con quienes piensen diferente.
En pleno ejercicio de mi libertad de expresión, intentaré analizar antecedentes de cada tema y confrontarlos con las propuestas de solución que formulen los candidatos y de todo lo que resulte decidiré mi voto. Repito, mi voto.
Para eso existe la democracia y la libertad de expresión, para que cualquiera la ejerza de la manera que considere conveniente, pero siempre respetando el mismo derecho que tienen los demás.

Así las cosas, esperaré con interés lo que propongan los candidatos.

Por lo pronto, un anticipo: En el caso de Ricardo Anayal cuenta en sus filas a una ex secretaria de educación, Josefina Vázquez Mota (diciembre de 2006 a abril de 2009) en el gobierno de Felipe Calderón; por su parte, Andrés Manuel López Obrador, tiene en su partido a Porfirio Muñoz Ledo, secretario de educación en el gobierno de López Portillo, de diciembre de 1976 a diciembre de 1977, a Manuel Bartlet, secretario de educación en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, de diciembre de 1988 a enero de 1992; así como al yerno de Elba Esther Gordillo, y al penúltimo dirigente sindical de la maestra chiapaneca, Rafael Ochoa, quien en un acto masivo reciente, afirmó, como lo ha venido mencionando AMLO, que se echará atrás la reforma educativa, pero sin proponer con qué proyecto la va a substituir, al igual que lo ha mencionado su nuevo jefe.

Por su parte, José Antonio Meade tiene a su lado a Aurelio Nuño Mayer, quien asumió el cargo de secretario de educación de agosto de 2015 a diciembre de 2017 y asumió la responsabilidad de implementar la reforma educativa, que por el momento está aplicándose y que el grupo de maestros de la CNTE que dominan los estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, además de López Obrador, la descalifican por ser sólo una “reforma administrativa”, pero que, positiva o no, ha terminado con la herencia o venta de plazas y que se está realizando una restauración de “escuelas al cien” en todo el país.

Estaremos atentos a los próximos debates y a lo que los candidatos vayan dando luz sobre su proyecto de educación para el próximo sexenio.

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