REPORTAJE: LOS HÚERFANOS OLVIDADOS DEL NARCO//LA GUERRA FALLIDA Y EL RECLUTAMIENTO. Parte 3 y última

Por Ruth Salazar, Dulce García y Cyndi Pérez. Fotos: Isaí Morales.*

En el sexenio del ex presidente panista Felipe Calderón se registraron mil 400 homicidios contra menores de edad, y de esta cifra, 681 correspondían a jóvenes de 15 a 17 años que fueron enrolados por el crimen organizado, de acuerdo con el informe de la Redim.

“Esta estrategia de 10 años es claramente fallida. Los indicadores que tenemos sobre lo que sucedía en 2006, 2007, y lo que ahora tenemos es totalmente horroroso.

Las tasas de homicidio están por arriba, particularmente cuando hablamos de niños; ahora mismo, los adolescentes tienen 30% más de probabilidad de ser asesinados que si son adultos; las mujeres adolescentes tienen la misma proporción de ser víctimas de desaparición o feminicidio, si son adolescentes de 15, 17 años, frente a una mujer adulta”, detalla Pérez García.

Casos a la deriva y una actividad delictiva que golpeó a la Iglesia

Un huérfano de Apatzingán habla del asesinato de su padre, en ese entonces su hermano mayor fungió como su figura paterna, pero poco después también le quitaron la vida .

Porcentaje de la medición de la pobreza y pobreza extrema en Michoacán, 2010-2016. Fuente: CONEVAL, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

“Cuando también falleció quedó muy afectado, tiene muchos problemas a raíz de eso”, relata una vecina quien conoció a la madre del joven.

Otro de los testigos de la crisis de huérfanos en Apatzingan es el padre José Luis Segura Barragán, quien antes era párroco de La Ruana, pero debió abandonar la iglesia por amenazas.

“Este es otro mundo. Lo que nos está pasando es una cosa terrible, y que nadie quiere que se den cuenta… todos los días hay asesinatos, la semana pasada hubo 10 misas de ejecutados”, narra el párroco Segura Barragán.

Segura salió de La Ruana por mandato del obispo Cristóbal Asencio García, por las constantes amenazas de muerte, ya que ha sido una de las voces críticas de lo que ocurre en Apatzingán. Llegó a Tierra Caliente hace 32 años, después del sismo de 1985, y desde entonces oficia como sacerdote.

Parte de su labor es acudir a comunidades de los alrededores de Apatzingán a oficiar misa, aunque ahora sean muy pocos los que asisten, como aquella tarde del 9 de noviembre de 2017 en una iglesia ubicada en la ranchería El Paso del Capire, donde sólo hubo 10 asistentes, entre mujeres, niños y ancianos. De igual forma, 10 fueron los minutos que duró aquella misa, ya que, de acuerdo con el párroco de esa iglesia, “cuatro jóvenes que quizás ni a los 20 años llegaban, armados cada uno con su respectivo AK-47, aguardaban a unos pasos del atrio en una camioneta”.

Eran halcones, es decir, jóvenes que se dedican a vigilar en las calles a personas que les indique el crimen organizado. Vigilaban uno de los márgenes del río Grande o Tepalcatepec: un punto rojo. Frente a ellos, un grupo de niños jugaban futbol, como si fuera normal hacerlo junto a las armas.

No se puede afirmar que los niños y jóvenes que han quedado huérfanos de uno o ambos padres se enrolarán al crimen organizado; sin embargo, las cifras del Inegi y Redim sobre el aumento de los homicidios dolosos de jóvenes de entre los 15 y los 17 años en las entidades protagonistas de la guerra contra el crimen organizado parece demostrar el cumplimiento de esta teoría.

Los miles de niños en México se han convertido en presa fácil de la delincuencia organizada y, por su parte, el Estado mexicano no los reconoce, al no contar con cifras exactas de cuántos de ellos sufrieron afectaciones por perder familiares directos, relacionados con eventos del narcotráfico.

Este reportaje fue realizado en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas, del International Center for Journalists (ICFJ), en alianza con CONNECTAS.

 

Un comentario sobre «REPORTAJE: LOS HÚERFANOS OLVIDADOS DEL NARCO//LA GUERRA FALLIDA Y EL RECLUTAMIENTO. Parte 3 y última»

  1. Muy triste y lamentable la situación en Apatzingán y sus alrededores, de hecho, y creo que las autoridades estatales y federales, no se dan cuentas de ello. Esta región cada vez se ve más desolada, olvidada por las autoridades, pues todos los días hay familias enteras que huyen a otros estados o a Estados Unidos con tal de alejarse de situación tan complicada en la que, ya hace más de una década, estamos viviendo, repito, ante la indiferencia de los gobiernos estatal y federal. No hay quien invierta, las escuelas con menos alumnos cada día, lo único que crece es la delincuencia y pues a muchos jóvenes no les queda más que unirse a un grupo delincuencial, ya que es una opción de ganar dinero, no fácil como dicen muchos, pero por lo menos de manera rápida, ello ante la falta de oportunidades de empleos, y tal parece que a nadie le importa. Creo que el próximo en hacer mis maletas seré yo…

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