OPINIÓN. SILVANO EL RIJOSO. Por Juan Pérez Medina (CUT-MICHOACAN)

 

Lo reitero por enésima vez: Silvano es un verdadero rijoso. Desde que inició su gobierno ha sostenido un permanente enfrentamiento con el magisterio democrático, su peor enemigo. Olvidó que muchos de los maestros de esa fracción se sumaron erróneamente a su campaña y lo ayudaron a conseguir votos a pesar de amenazar con aplicar la reforma educativa. Votos innecesarios porque era el candidato de Peña Nieto, por lo cual el PRI, de la mano de Fausto Vallejo, le dio los recursos y votos que necesitaba.

Su rijosidad proviene de la desesperación que crea un entorno que no es el que soñó. Pensó caminar entre hojuelas gobernando Michoacán, pero la realidad se vuelve cada día en contra de su idea. El plan era el de someter a los maestros y a los estudiantes normalistas mediante el uso excesivo del garrote y el permanente trabajo para corromper a la dirigencia del CES “democrático”. De “los institucionales” mejor ni hablar. Ha pasado del coqueteo a la más burda de las acusaciones, sin dejar de mencionar las múltiples acciones de represión ejercidas por su policía, quienes en todo momento han actuado por encima de la legalidad, violentando los derechos humanos. Hay evidencia de sobra para constatarlo.

Para justificar sus acciones violentas y su diatriba permanente, se ha hecho de una cuantiosa presupuestación en el área de comunicación, a fin de contar con la mayoría de los informantes, quienes además de destacar las declaraciones falsas y mal intencionadas del gobernador, las secundan y aumentan hasta la exageración, en una permanente degradación de la tarea de informar a la sociedad. A diario salen líneas y bocanadas de insultos, descalificaciones, acusaciones irresponsables y otras linduras de la pluma y, sobre todo, de los responsables de los medios noticiosos de televisión y radio. Es hasta cierto punto algo muy lógico, considerando que los medios de comunicación responsables de informar están en manos privadas y son, por tanto un negocio que para vender se alquilan al mejor postor, sin dejar de reconocer que existe un profundo encono de parte de la mayoría de los comunicadores en contra de los movimientos sociales y, en particular, en contra de los maestros y normalistas. “chayote”, medios privados haciendo negocios y periodistas prejuiciados, son un coctel realmente útil para un gobernador rijoso como Silvano, y así ha sido hasta hoy.

Sus argumentos rayan en la insolencia. Es grave que lo haga un gobernador que debería ocuparse de resolver problemas y no intentar buscar responsables en donde no están. No son los maestros los responsables de la debacle educativa, sino los conductores del sistema, los administradores y la intelectualidad oficial. Los maestros, al igual que los alumnos y padres de familia son los que han sufrido las afectaciones de las malas decisiones que en materia política y administrativa se han tomado por años hasta conducirnos a la crisis educativa actual. No es la CNTE quien se inventó, por ejemplo, a los “aviadores”, sino el PRI y por casi un siglo, y no sólo en el la SEP, sino en todas las dependencias oficiales. No ha sido la CNTE beneficiaria de la corrupción como la ha querido hacer notar Silvano y sus paleros, sino el propio gobierno y sus partidos políticos. Desde ahí se genera. El gobierno es la fuente de toda corrupción y toda impunidad. Es desde el gobierno que se inflan las nóminas y se incrementa el déficit financiero y no desde la CNTE, que ha centrado su lucha en desvelar la truculencia gubernamental.

Silvano ha acusado a la CNTE irresponsablemente de recibir sumas millonarias en minutas sin sustento. Lo cierto es que los millones a que se refiere son recursos que habían venido sosteniendo los programas de entrega de útiles escolares, becas de transporte, uniformes y libros de texto para secundaria, además de otras acciones de beneficio social en las escuelas.

Pero se trata de denigrar a la CNTE y no se tiene empacho para mentir sin límite. Lo cierto es que desde su llegada los alumnos de educación básica no reciben ni libros completos, ni útiles escolares, ni becas de transporte y aprovechamiento y mucho menos uniformes y calzado. Vergüenza le debería de dar que siendo un gobierno dizque de corte social acabe con apoyos como éstos.

Se acusa a los docentes de no tener llenadera a la hora de exigir lo que por derecho les corresponde. No es culpa del magisterio el que gobiernos anteriores no hayan pagado a los maestros los bonos que ahora se demandan; debe pagarlos porque es un deudo que es irrenunciable. Se dice que los bonos que se solicitan no tienen razón de ser pues no se justifican. Se utiliza el argumento de que no es posible que se pague un bono de 15 días por puntualidad y asistencia cuando es una obligación llegar temprano al trabajo. ¡Ese no es el problema señor gobernador! El problema real es el valor del salario que devengan los docentes y que los mantiene en su inmensa mayoría, como a todos los trabajadores de este país, al día y endeudados. El problema es que no han querido incorporar al salario los días adicionales que integran los bonos, como ha sido siempre la demanda magisterial. Y no lo han hecho para evitar incrementos por encima del tope salarial establecido por el gobierno federal y que ha sido la condicionante para mantener a raya la inflación. Por eso cada bono tiene un nombre que parece no tener sentido, pero si quiere y puede incorpore señor gobernador los bonos al salario y ya no habrá bonos que perseguir en el futuro. ¡Así de fácil! Porque el magisterio no habrá de renunciar a las conquistas alcanzadas sin pelear por ellas como ahora lo está haciendo.

Los que no tienen llenadera son los gobernantes como Peña y Silvano y todos los que nos explotan en este país. Es ridículo que se incrementen en 8 pesos los salarios y los precios de las cosas que necesitamos para vivir suban y suban sin control alguno, según porque están sujetos a los vaivenes del mercado. Mientras el salario siga deteriorándose habrá maestros en las calles defendiendo su derecho a una vida digna. Eso debería tenerlo muy claro Silvano. Mientras no exista seguridad en el empleo habrá trabajadores en las calles exigiendo trabajo digno y remunerador. Mientras se siga atentando contra la seguridad social y la educación pública habrá maestros y trabajadores en las calles defendiendo ese derecho social conquistado por siglos de lucha de los trabajadores y no habrá fuerza pública que pueda impedirlo, incluso a costa de su libertad y de su vida como ha venido ocurriendo aquí y en otras latitudes del país.

Silvano dice que defiende el derecho a la educación de los michoacanos con sus acciones y uno se pregunta: ¿se defiende cuando se recorta el presupuesto educativo como ocurre ahora con la UMSH? ¿Acaso es correcto defender la educación de los michoacanos atacando a sus maestros y tratando de generar una ola de odio en su contra?

Silvano se equivocó desde un principio porque vendió de antemano su alma al diablo cuando pactó con Peña Nieto su ascenso a la gubernatura del estado en el 2015. Desde entonces, estando en el Congreso de la Unión, cambió a su enemigo y se fijó, como lo ha hecho Peña Nieto, el objetivo de desmantelar a costa de lo que fuera a la CNTE y al SNTE en lo general, en lugar de emprender de manera responsable la lucha por defender el derecho de los michoacanos a brindarse, con autonomía de los organismos internacionales y la OCDE, los cambios al sistema educativo de acuerdo con las necesidades nuestras. Se alineó en contra de los educadores, responsables directos de la educación en las aulas, y desde entonces ha venido atentando en contra de ellos. De espaldas a los maestros michoacanos ha estado desde un principio y así acabará. Para su suerte, los maestros no serán quienes acaben cediendo y ya debería saberlo o, ¿acaso es por eso que anda tan desesperado diciendo tantos exabruptos?

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